¿Qué clase de cirrosis tienes o podrías tener? En este artículo, desvelamos los seis tipos de cirrosis, sus causas, factores de riesgo y las cuatro etapas de esta enfermedad.
En próximos artículos hablaremos sobre los síntomas de la cirrosis, cómo se diagnostica y cómo se trata la enfermedad. Te recomendamos que también los veas, pues tienen muchas informaciones que con seguridad te serán muy útiles.
Sigue leyendo para descubrir toda la información esencial y proteger tu salud.
¿Qué es la cirrosis?
Como definición, podemos decir que la cirrosis es una enfermedad hepática crónica que se caracteriza por fibrosis y nódulos que bloquean la circulación sanguínea.
Este trastorno hace que el hígado produzca tejido de cicatrización en el lugar donde estaban las células sanas que han muerto.
Con esto, el órgano deja de desempeñar sus funciones normales, entre las cuales podemos mencionar:
- producir bilis,
- auxiliar en el mantenimiento de los niveles normales de azúcar en la sangre,
- producir proteínas,
- metabolizar el colesterol, el alcohol y ciertos medicamentos.
Las manifestaciones clínicas son diversas y pueden variar desde alteraciones asintomáticas hasta la falla total del funcionamiento del órgano.
Un paciente con cirrosis alcohólica pierde un promedio de 12 años de su vida productiva, mucho más que quienes padecen cardiopatía (2 años) y cáncer (4 años). Estos números refuerzan la necesidad de un diagnóstico temprano.
¿Cuáles son las causas de la cirrosis?
El consumo exagerado del alcohol es una de sus principales causas.
Debido a que el hígado es el órgano responsable de metabolizar el alcohol, cuando se expone a dosis excesivas sufre daño a sus tejidos vitales, que comprometen su funcionamiento.
Factores de riesgo
Estos son los principales factores que pueden conducir al desarrollo de la cirrosis:
- Uso excesivo de alcohol;
- Infección del virus de la hepatitis B o C;
- Algunas enfermedades genéticas (por ejemplo, la enfermedad de Wilson);
- Hepatitis autoinmune.
Veamos más detalles a continuación…
1. Género
Los hombres con más de 55 años son más propensos a la cirrosis, enfermedades biliares y neoplasias hepatobiliares.
Las mujeres son más propensas a la cirrosis biliar primaria luego de los 40 años (es mucho más frecuente en las mujeres que en los hombres).
2. Antecedentes familiares
La hemocromatosis involucra a más hombres que mujeres y está asociada con la diabetes, las enfermedades cardíacas y la pigmentación de la piel.
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3. Hábitos y exposiciones
Entre todos los factores de riesgo, el alcoholismo merece un énfasis especial debido a su prevalencia.
En los hombres, se estima que el consumo de 60-80 g de alcohol por día durante 10 años establece el riesgo para el desarrollo de la cirrosis.
En las mujeres, esta cifra es de 40-60 g.
4. Antecedentes personales
Los episodios anteriores de hepatitis, el uso de fármacos intravenosos, la ictericia y las transfusiones sanguíneas aumentan el riesgo de hepatitis viral. Como mencionamos anteriormente, esta infección puede conducir a la cirrosis.
Los episodios previos de pancreatitis o hepatitis alcohólica indican suficiente consumo de alcohol como para desarrollar cirrosis alcohólica.
La colecistectomía (extirpación de la vesícula biliar) y la cirugía biliar representan un mayor riesgo para el desarrollo de la estenosis biliar y la cirrosis biliar secundaria.
¿Cuántos tipos de cirrosis hay?
Estos son los principales tipos de cirrosis:
1- Cirrosis hepática alcohólica
Este es un tipo de cirrosis nutricional o portal.
Las personas que beben alcohol en exceso durante 10 años o más tienen un 70% de probabilidades de desarrollar cirrosis hepática en algún momento de su vida.
2- Cirrosis relacionada a la hepatitis
La hepatitis es una infección viral que causa inflamación hepática. La hepatitis B y C son principalmente responsables de las cicatrices hepáticas.
Alrededor del 20 al 30% de los pacientes con hepatitis probablemente desarrollen cirrosis. Las probabilidades de contraer cirrosis hepática aumentan aún más si el paciente tiene hepatitis B.
3- Cirrosis criptogénica
En algunas personas, la causa exacta de la cirrosis hepática no puede ser probada.
Por lo general, una biopsia del hígado es suficiente para revelar el tipo y la causa de la cirrosis hepática.
Cuando no se logra determinar la causa exacta de la enfermedad, se denomina cirrosis criptogénica.
4- Cirrosis biliar primaria
Es una enfermedad autoinmune de las células hepáticas, que inician su autodestrucción.
La enfermedad ataca el conducto biliar y lo destruye. Luego, las células son reemplazadas por tejido cicatricial, que se esparce por el hígado.
5- Cirrosis biliar secundaria
La cirrosis biliar secundaria se debe a una lesión en el conducto biliar.
El tejido de cicatrización comienza a reemplazar las células perdidas de dicho conducto.
Las cicatrices luego se diseminan al resto del hígado, causando eventualmente que la función hepática falle.
6- Cirrosis postnecrótica
La cirrosis postnecrótica es causada por la necrosis masiva de zonas hepáticas considerables.
La necrosis puede ser ocasionada por el virus de la hepatitis A o por varios otros factores, tales como ciertos fármacos, insecticidas, bacterias y otros.
La cicatrización se desarrolla como un intento de reparar dichas lesiones.
Por lo tanto, no es una enfermedad progresiva y, mientras una cantidad suficiente de tejido del hígado no haya sido afectada, la vida del paciente no corre peligro.
Etapas de la cirrosis
Pueden identificarse cuatro etapas de la enfermedad, a saber:
– Etapa 1: Inicial
Los síntomas son debilidad, náuseas, pérdida de apetito, fatiga, pérdida de peso, aumento y sensibilidad del abdomen superior derecho, aumento de la picazón en todo el cuerpo.
Los pacientes que exhiben estos síntomas no deben ignorarlos. Al contrario, deben someterse a un examen médico lo más pronto que puedan.
– Etapa 2
En esta etapa, la infección se disemina a otras zonas del hígado.
Puede ocurrir ictericia por la acumulación de pigmentos biliares.
– Etapa 3
Las zonas afectadas por la cirrosis se ven ampliadas.
Los pacientes en esta etapa pueden desarrollar cálculos, ya que no hay suficiente líquido biliar en el hígado.
Puesto que dicho órgano ya no está funcionando bien, hay una acumulación de toxinas, que pueden llevar a trastornos mentales.
– Etapa 4: Terminal
El cáncer hepático se puede desarrollar en esta etapa. También puede ocurrir daño pulmonar e insuficiencia renal.
Todo esto conduce a un fallo hepático total.
Preguntas Frecuentes
- ¿La cirrosis es reversible?
En etapas iniciales, el daño hepático puede detenerse y, en ciertos casos, revertirse parcialmente si se elimina la causa subyacente, como dejar de beber alcohol o tratar una hepatitis. Sin embargo, cuando la enfermedad está en etapas avanzadas, el daño es irreversible y el enfoque se centra en prevenir complicaciones.
- ¿Cuáles son las posibles complicaciones de la cirrosis?
La cirrosis puede derivar en problemas graves, como acumulación de líquido en el abdomen (ascitis), hemorragias debido a varices en el esófago, confusión mental causada por la acumulación de toxinas (encefalopatía hepática), insuficiencia hepática y, en algunos casos, cáncer de hígado.
- ¿Es posible prevenir la cirrosis?
Sí, puede prevenirse adoptando hábitos saludables como evitar el consumo excesivo de alcohol, vacunarse contra la hepatitis B, seguir una dieta balanceada, mantener un peso adecuado y evitar conductas de riesgo que faciliten la transmisión de hepatitis, como el uso compartido de jeringas o instrumentos contaminados.
- ¿Cómo afecta la cirrosis al cuerpo más allá del hígado?
La cirrosis no solo compromete la función hepática, sino que puede tener efectos en todo el cuerpo. Puede causar desnutrición debido a una absorción deficiente de nutrientes, debilitar el sistema inmunológico, alterar la coagulación de la sangre y generar retención de líquidos que lleva a hinchazón en extremidades y abdomen. Además, las toxinas que el hígado no elimina adecuadamente pueden afectar el cerebro, causando problemas cognitivos.
- ¿Puede una persona con cirrosis llevar una vida normal?
En etapas iniciales o intermedias, con un tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, muchas personas pueden llevar una vida relativamente normal. Esto implica seguir controles médicos regulares, evitar el alcohol, adoptar una dieta equilibrada y tratar cualquier complicación. Sin embargo, en etapas avanzadas, las limitaciones pueden ser mayores y se requiere un manejo más riguroso.
Nuestros consejos finales
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- Remedios caseros que desinflaman el hígado
- Los tés que ayudan a depurar el hígado
Gracias por acompañarnos en este artículo sobre la cirrosis. Esperamos que la información sobre qué es, sus tipos, etapas y causas te sea de gran ayuda. ¡Apreciamos tu visita y nos encantaría leer tus comentarios o responder tus preguntas más abajo!
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