En esta entrada conoceremos cuántos y cuáles son los tipos de demencia senil y las dos principales causas de esta enfermedad mental que puede afectar a los ancianos.
Las estadísticas muestran que la población del mundo está envejeciendo. Ciertos avances tecnológicos de la medicina que ocurrieron en las últimas décadas colaboraron para adoptar medidas capaces de prevenir o incluso curar muchas enfermedades que antes eran fatales.
Entre dichos avances podemos mencionar el desarrollo de los antibióticos, nuevas vacunas, los medicamentos para la quimioterapia, aparte de avances en la esterilización. Sin embargo, esto trajo algunos problemas…
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La paradoja del aumento de la esperanza de vida
Como una consecuencia directa de estos acontecimientos, se ha venido observado la reducción de las tasas de mortalidad dentro de todos los grupos de edad.
Entre dichas enfermedades se encuentran los cuadros de demencia, además de otros trastornos neuropsiquiátricos.
¿Cuáles son los tipos de demencia senil?
Antes que empecemos a hablar sobre la demencia, es importante que se tenga en cuenta que hay tres posibilidades de envejecimiento de nuestro cerebro:
- el envejecimiento normal saludable,
- el deterioro neurocognitivo leve,
- los cuadros demenciales.
Veamos ahora cada uno de los mismos por separado con sus respectivas características.
Sigue más abajo…
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1. El envejecimiento saludable
Cuando la persona envejece naturalmente, sufre una decadencia propia del avance de la edad, debido a procesos fisiológicos normales que ocurren a lo largo de la vida y que generan cambios evolutivos.
Por este motivo, es tan difícil hacer la distinción entre las pérdidas normales que se esperan para la edad avanzada y aquéllas que pueden caracterizar el inicio de un proceso patológico.
Aquellas pérdidas que pueden ser consideradas normales para un envejecimiento saludable son:
- la dificultad para alternar y/o dividir la atención entre varios estímulos,
- la reducción de la velocidad motora y mental,
- la pérdida leve de la memoria para los hechos más recientes,
- la dificultad para hacer nuevos aprendizajes,
- el olvido de acciones ya planeadas para realizar en el futuro.
2. El deterioro neurocognitivo leve
En este tipo de casos también hay pérdidas, con la diferencia de que son más altas que en el envejecimiento saludable y menos intensas que las que pueden ocurrir en la demencia.
Esto le permite a la persona mantener su independencia frente a las actividades cotidianas, aunque con cierta dificultad.
Las personas que se encuentran en esta fase intermedia entre un proceso normal de envejecimiento y un cuadro demencial, presentan un riesgo bastante alto de desarrollar demencia.
3. Los cuadros demenciales
En primer lugar, es importante aclarar que la demencia no es una enfermedad en sí.
Más bien se trata de un término utilizado para describir un síndrome, es decir, un conjunto de síntomas que pueden acompañar a ciertas enfermedades o condiciones.
Se trata de una condición clínica provocada por distintas causas, en que se produce el deterioro de la capacidad cognitiva del paciente, asociada a diversos cambios de comportamiento, con una pérdida acentuada de la habilidad para realizar tareas más complejas.
Evidentemente que todos los casos son distintos y es necesario tener en cuenta el nivel de funcionamiento intelectual que el paciente tenía antes.
Por lo tanto, la demencia puede ser definida como un síndrome determinado por el deterioro de la capacidad intelectual, tan fuerte como para comprometer el desempeño de las actividades cotidianas del paciente e influir de manera negativa en su independencia.
En algunos países, los cuadros demenciales son clasificados como Trastornos Neurocognitivos.
3.1. Trastornos demenciales reversibles o irreversibles
Según sus posibilidades de reversibilidad, los cuadros demenciales pueden ser subdivididos en dos grupos: los reversibles y los irreversibles.
– Las demencias consideradas reversibles
Pueden ser ocasionadas por los siguientes factores: depresión, mala nutrición, deficiencias de ciertas vitaminas (como B12, ácido fólico y tiamina), anemia, deshidratación, problemas endocrinos (como el hipotiroidismo y el hipertiroidismo), la hidrocefalia normotensiva, infecciones, tumores cerebrales y el mal uso de algunos medicamentos.
Cuando se trata apropiadamente el problema que originó la demencia, por lo general los síntomas terminan desapareciendo.
– Las demencias irreversibles
Son caracterizadas por procesos degenerativos del cerebro y hasta el momento sólo es posible tratar sus síntomas con los fármacos convencionales.
Dentro de este grupo, podemos mencionar las causadas por: la enfermedad vascular, el Mal de Alzheimer, el Mal de Parkinson, la enfermedad de Huntington, la enfermedad de Creutzfeldt-Jakob, la enfermedad de Pick, el SIDA y las que se originaron por un traumatismo craneal.
Las dos principales causas de la demencia senil
A continuación puedes ver las causas más frecuentes de este tipo de demencia:
A- El Mal de Alzheimer
La demencia que produce el Alzheimer es la más común: se estima que origine del 60 al 80% de los casos.
Esta enfermedad es caracterizada por su aparición gradual y se debe al depósito de dos proteínas en el cerebro: la proteína tau y la beta-amiloide.
La desarrollan aproximadamente el 5% de las personas que tienen entre los 65 y los 75 años. Con el avance la edad, a partir de los 85 años, la posibilidad aumenta a casi el 50%.
Se ha descubierto que hay factores genéticos que influyen en su aparición.
Es recomendable que sean mantenidas actividades rutinarias diarias que estimulen el cuerpo y el cerebro, pues son considerados factores neuroprotectores.
En general, una de sus principales características es la pérdida de memoria para las informaciones recién aprendidas.
Además, es frecuente que el paciente se olvide de eventos o fechas importantes, que haga preguntas repetitivas y que no recuerde los lugares donde guardó algunos objetos.
Por otro lado, es bastante común que se olvide o le cambie el nombre a ciertos objetos o personas conocidas.
Es frecuente que surjan dificultades relacionadas con la orientación espacial, como perderse en un ambiente familiar, así como la incapacidad de aprender nuevos caminos.
Sus movimientos pueden comenzar a ser más lentos y no tan precisos. Además, la demora de las respuestas aumenta y la capacidad de abstracción tiende a reducirse.
Es bastante habitual que ocurran actos que no sean compatibles con la personalidad y el comportamiento normal del paciente, además de otros síntomas psiquiátricos.
B- Los cuadros vasculares
Esta es la segunda mayor causa de los cuadros de demencia, con aproximadamente un 10% de los casos.
Son originados por accidentes cerebrovasculares (derrames), que pueden ser pequeños, múltiples y acumulativos -con su inicio lento pero gradual-, o de un rango más amplio -con su inicio agudo y repentino-.
Prevalece en menos del 10% de las personas mayores de 60 años, pero aumenta gradualmente con la edad, llegando a afectar al 30% de quienes tienen más de 85 años.
El deterioro que puedan causar depende de la localización y de la extensión del ACV. No obstante, este problema puede ser tratado y es posible interferir para prevenir su evolución.
Además, se puede evitar la ocurrencia de ACVs por medio del control de varios factores: la obesidad, la hipertensión arterial, los niveles sanguíneos de colesterol, la diabetes, el tabaquismo y con la práctica frecuente de actividades físicas.
Aproximadamente un 80% de los accidentes cerebrovasculares afecta a regiones del cerebro que son responsables por:
- el control de las emociones,
- la concentración,
- el control de la impulsividad,
- la capacidad de juzgar situaciones basado en reglas sociales,
- la habilidad para planificar,
- la habilidad para poner fases en la secuencia adecuada para lograr un determinado objetivo,
- cambios en la marcha, el habla y el control de los esfínteres.
En el restante 20% de los casos, son afectadas regiones del cerebro relacionadas con la memoria.
Las demencias asociadas al envejecimiento (vídeo)
En este vídeo, el Dr. Mario Riverol, especialista en neurología, nos explica qué es la demencia y con qué otras patologías se la asocia, como Alzheimer, Parkinson o ciertos trastornos hormonales:
En resumen
La mayor parte de los casos de demencia se debe a las lesiones degenerativas producidas por el Alzheimer y a las anormalidades en la circulación sanguínea del cerebro.
Por fortuna, se ha hecho cada vez más evidente la posibilidad de prevenir los cuadros demenciales llevando un estilo de vida saludable (alimentación equilibrada y estilo de vida activo) y con el tratamiento apropiado de los factores de riesgo, pero siempre y cuando sean iniciados a tiempo.
Por otra parte, tratamientos alternativos pueden ayudar a reducir bastante los síntomas e incluso pueden revertir el cuadro en ciertos casos.
Más recomendaciones…
En la siguiente entrada puedes conocer algunas actividades efectivas:
Bien, esto ha sido todo por hoy. Esperamos que te hayan gustado estas informaciones sobre los tipos de demencia senil.
Muchas gracias por tu visita y, si lo deseas, déjanos tus comentarios o preguntas relacionadas más abajo.
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No sabía que hay tipos de demencia que se curan. Bueno saberlo, ¡gracias por esto!
Hola Néstor,
De nada, gracias por comentar!
un cordial saludo.
muy clara la información gracias por compartirla
Hola Mario,
De nada y gracias por su comentario!
Un cordial saludo.