La rosácea granulomatosa o lupoide no es considerada oficialmente como un subtipo de la enfermedad, sino que es una rara variante clínica de la rosácea papular.
Esta afección crónica de la piel se caracteriza por presentar lesiones inflamatorias severas con nódulos infiltrados, con aspecto de jalea de manzana.
La rosácea lupoide se presenta de forma bastante habitual en mujeres de mediana edad y en asociación con la inmunosupresión.
Sigue leyendo para ver todo lo que necesitas saber sobre esta enfermedad y cómo tratarla.
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¿Qué es la rosácea granulomatosa?
La rosácea lupoide constituye alrededor del 10% de todos los casos de rosácea y es más común en los fototipos más altos.
Se manifiesta con nódulos firmes similares a los observados en la sarcoidosis cutánea y la tuberculosis.
Por ese motivo, la primera vez que se habló científicamente acerca de esta enfermedad, en 1917, se pensó que podría tener una cierta relación con la tuberculosis.
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Sin embargo, muchos años después, en 1949, un estudio con 20 pacientes demostró que las dos enfermedades no estaban relacionadas.
Años más tarde, otro estudio relató un grupo de pacientes con cuadro clínico típico de rosácea que presentaban granulomas en su examen.
Pero fue sólo en 1970 que un estudio llamó la atención para una distinta forma de rosácea caracterizada histopatológicamente por la presencia de granulomas epitelioides.
¿Cuáles son los síntomas de la rosácea lupoide?
La rosácea granulomatosa se caracteriza por pápulas o nódulos cutáneos duros en la cara, de color marrón amarillento o rojo, que pueden ser severos y producir cicatrices.
Estas lesiones pueden estar acompañadas de un eritema marcado (enrojecimiento capilar), pero tienden a ser menos inflamatorias que las pústulas.
Pueden variar en tamaño entre los pacientes, pero son los mismos en cada paciente individual. Típicamente aparecen en las mejillas y áreas periorificiales (alrededor de los orificios).
En ciertos casos pueden aparecer costras en la superficie, por lo general con un fondo eritematoso.
Popularmente, podríamos decir que este tipo de rosácea se manifiesta con la presencia de granos inflados en la nariz y/o en las mejillas.
¿Cómo se realiza el diagnóstico de la rosácea granulomatosa?
Este tipo de rosácea a menudo puede ser difícil de distinguir de otras dermatosis con granulomas faciales de causa desconocida.
Las principales condiciones para el diagnóstico médico de la rosácea granulomatosa son las siguientes:
- la enfermedad tiene curso crónico, no remitente;
- se presenta con pápulas de color ocre sobre una base eritematosa e infiltrada.
Clínicamente se la puede distinguir de la rosácea clásica por la localización de las lesiones, que generalmente ocurren en la superficie lateral de la faz y en la nariz.
En muchos casos, inicialmente pueden presentarse lesiones papulares eritematosas pequeñas, que con el tiempo se transforman en lesiones de aspecto nodular más grandes.
Además, a veces pueden ser acompañadas de lesiones pustulosas, que aumentan notablemente el tamaño de la nariz.
La presencia de otros signos de rosácea no es necesaria para el diagnóstico de la variante granulomatosa.
Tratamiento de la rosácea granulomatosa
Es importante destacar que el tratamiento antibacteriano ayuda en pocos casos. Es más, hay antibióticos utilizados con frecuencia que no son efectivos para este tipo de rosácea.
Sin embargo, el uso de ciertos antibióticos orales, tales como la tetraciclina y sus derivados, además de la claritromicina, ha mostrado ser efectivo.
La tetraciclina parece actuar más como antiinflamatorio que como antibiótico, reduciendo la migración de los leucocitos y la fagocitosis.
Estudios han mostrado una eficacia del 80% de la tetraciclina en el tratamiento de este tipo de rosácea.
El metronidazol tópico puede ser útil para la enfermedad leve, además del tratamiento sistémico.
– Cómo tratar la rosácea lupoide severa
En los casos clínicos graves se requieren tratamientos más avanzados, tales como la dermoabrasión, el láser o incluso la cirugía plástica.
El dermatólogo puede elegir entre una variedad cada vez más amplia de tratamientos con láser.
De hecho, una forma bastante reciente de terapia de láser llamada Luz Pulsada Intensa (IPL) ha surgido como un tratamiento prometedor, con muy poco tiempo de recuperación.
Las telangiectasias permanentes se pueden tratar con electrocirugía o con láser de colorante pulsado.
– Recomendaciones para los pacientes
Cabe destacar que en todos los casos se recomienda la baja exposición a los rayos solares para no empeorar las lesiones.
Por otra parte, es fundamental la orientación médica para la posible exclusión de los factores responsables por la enfermedad.
Tips y consejos efectivos
En verdad la rosácea no tiene cura definitiva, sin embargo, hay remedios naturales que ayudan a mejorar los síntomas de la enfermedad. Conócelos aquí:
Bien, ha sido todo por hoy. Esperamos que estas informaciones sobre la rosácea granulomatosa y su tratamiento te hayan sido de bastante utilidad.
Muchas gracias por tu visita y, si lo deseas, déjanos tus comentarios o preguntas relacionadas más abajo.
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Qué enfermedad horrible! Gracias por la info.
Hola Bea,
De nada y gracias por su comentario.
Un cordial saludo.
conozco a una persona que tiene eso no sabia lo que era es contagioso?
Hola Celia,
La rosácea no es contagiosa.
Pero por supuesto que habría que confirmar que se trata de rosácea y no de otra enfermedad de la piel.
Un cordial saludo.