Sabroso y vigorizante, el café es la principal fuente de cafeína en nuestra rutina. Asimismo, también hay otras fuentes conocidas de esta sustancia, como lo son las gaseosas, el té, el chocolate y las bebidas energéticas.
No hay dudas de que ofrece beneficios, sin embargo, existen efectos secundarios de la cafeína si se consume en exceso.
Por eso, es importante conocer cómo actúa en el organismo y determinar una ingesta diaria segura. De ese modo, podrás disfrutar de los alimentos y bebidas que la contienen de forma consciente y placentera.
Después de todo, ¿cómo actúa la cafeína en el organismo?
Debido a sus propiedades que afectan al sistema nervioso central, la cafeína se clasifica como estimulante. Desde su descubrimiento, diversas culturas han consumido alimentos y bebidas ricos en esta sustancia para aumentar la productividad y el estado de alerta.
Sus efectos se derivan de su afinidad con los receptores de adenosina del cerebro. Durante el día, determinadas estructuras cerebrales acumulan adenosina, que indica al organismo que nos estamos cansando.
Ahora bien, cuando nos centramos en la cafeína, nos damos cuenta de que la misma interactúa directamente con los receptores de adenosina del cerebro.
Esto se debe a que ambas moléculas tienen estructuras muy similares. En otras palabras, es como si la adenosina y la cafeína fueran llaves que encajan en las mismas cerraduras (en este caso, los receptores cerebrales).
Así, cuando se introduce en el organismo una sustancia que contiene cafeína, sus moléculas ocupan rápidamente los lugares que normalmente ocuparía la adenosina, impidiendo la sensación de cansancio y retrasando el inicio del sueño.
Como resultado, quienes consumen una dosis de cafeína se sienten con más energía, aunque solo sea durante un periodo limitado.
¿Cuál es la recomendación diaria de cafeína?
En general, la recomendación segura para los adultos es ingerir hasta 400 mg de cafeína al día. Para niños, adolescentes y mujeres embarazadas, esta dosis debe ser menor.
En estas situaciones, es poco probable que se produzcan efectos secundarios de la cafeína. Al contrario, diversas pruebas sugieren que el consumo de ciertas fuentes de la sustancia puede favorecer la salud e incluso prevenir enfermedades.
Sin embargo, determinar la cantidad diaria de cafeína puede resultar complicado. Cuando se trata de productos industrializados, es aconsejable comprobar la información de la etiqueta.
En el caso del café, la cantidad de esta sustancia puede variar en función del tipo de grano, el procesado y el método de preparación. En general, cuatro tazas de café filtrado se consideran el límite diario recomendado para un adulto.
¿Cuáles son las consecuencias de un exceso de cafeína?
Antes de que aparezca algún síntoma desagradable, el consumo excesivo y constante de cafeína puede hacer que el organismo necesite cada vez más de esta sustancia para conseguir el mismo efecto.
A medida que pasa el tiempo, los receptores de adenosina, que se bloquean constantemente, desencadenan una respuesta adaptativa: se multiplican.
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En otras palabras, se puede desarrollar una tolerancia a la cafeína, al igual que ocurre con otras sustancias químicas cuando se consumen de forma recurrente.
El organismo se acostumbra entonces a la presencia constante de la sustancia y el efecto deseado depende de la ingesta de cantidades cada vez mayores.
Pero eso no es todo. Una vez alcanzado cierto umbral, el exceso de cafeína puede asociarse a diversos síntomas, como veremos enseguida.
– Efectos secundarios de la cafeína consumida en exceso
Es importante prestar atención a las señales de tu cuerpo y moderar o evitar el consumo si empiezas a sentir alguno de estos efectos negativos:
- Dificultad para dormir: el consumo excesivo de cafeína, especialmente cerca de la hora de acostarse, puede perjudicar la calidad del sueño y provocar insomnio.
- Ansiedad y nerviosismo: la cafeína es un estimulante que puede aumentar la ansiedad y hacer que algunas personas se sientan más agitadas o estresadas.
- Aumento del ritmo cardíaco y taquicardia: la cafeína puede acelerar el ritmo cardíaco, provocando palpitaciones y taquicardia en personas sensibles.
- Temblores: en dosis elevadas, la cafeína puede provocar temblores en las manos y otras partes del cuerpo.
- Irritación estomacal y náuseas: algunas personas pueden experimentar molestias gastrointestinales.
- Dolores de cabeza: aunque muchos utilizan la cafeína como remedio contra la cefalea, su consumo excesivo puede desencadenar dolores de cabeza en algunas personas.
- Problemas cardiovasculares y neurológicos: el consumo excesivo y prolongado de cafeína puede aumentar el riesgo de estos problemas, aunque ese efecto no es tan frecuente.
- Síntomas de abstinencia: cuando se interrumpe bruscamente el consumo regular de cafeína, algunas personas pueden experimentar irritabilidad, cansancio y dolores de cabeza.
Preguntas Frecuentes
- ¿Es cierto que la cafeína sube la presión arterial?
La cafeína puede aumentar temporalmente la presión arterial debido a sus propiedades estimulantes, lo que puede ser un factor de preocupación para las personas con hipertensión no controlada.
- ¿Se puede consumir cafeína durante el embarazo?
El consumo excesivo durante el embarazo puede aumentar el riesgo de parto prematuro y bajo peso al nacer.
- ¿La cafeína hace mal para los huesos?
El consumo excesivo de cafeína puede reducir la densidad ósea, lo que podría aumentar el riesgo de osteoporosis en el largo plazo.
- ¿Cómo afecta la cafeína a la capacidad de concentración y enfoque?
La cafeína puede mejorar la concentración y la atención a corto plazo en algunas personas, pero en dosis excesivas, puede llevar a una sensación de agitación que dificulta la concentración.
- ¿Cuál es la relación entre la cafeína y la deshidratación?
La cafeína puede aumentar la generación de orina. Por ese motivo, si se consume en exceso sin la suficiente ingesta de líquidos, podría contribuir a la deshidratación leve.
Conclusión
En general, si no hay exceso, no hay por qué preocuparse: el organismo es plenamente capaz de metabolizar y eliminar la sustancia, principalmente a través de la orina.
Pero, como has visto, el consumo sin control de cafeína puede afectar al bienestar emocional y físico, aumentando el estrés y perjudicando el equilibrio general.
Si consideras que te estás excediendo y quieres minimizar los efectos secundarios de la cafeína, es recomendable que lo hagas gradualmente. Además de suavizar el proceso, la reducción gradual ayuda a evitar algunos de los síntomas de abstinencia.
También es interesante aumentar la ingesta de agua, para que la reducción del consumo de café y otros líquidos no disminuya tu nivel de hidratación.
Esperamos que estas informaciones te hayan sido de bastante utilidad. Si te quedaron dudas, déjanos tus preguntas más abajo, en la sección de comentarios. ¡Muchas gracias por visitarnos!
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